Las grandes personas son aquellas que sin quererlo o darse cuenta hacen sentirse grandes a los demás. Yo siempre he querido serlo, no por mí, sino porque la gente que tengo a mi alrededor os merecéis sentíos así. Porque vosotros sois verdaderamente grandes sin saberlo si quiera.
Hoy me he puesto a pensar y me he dado cuenta de que no digo lo suficiente lo mucho que en realidad os aprecio, que no os regalo todas las sonrisas que os merecéis. No quiero despertarme un día y darme cuenta de que ya no puedo haceros ver que habéis cambiado mi forma de ver el mundo, todos y cada uno de vosotros.
Vosotros sois los responsables de la locura y de la cordura de mi vida. Los culpables de que crea que mañana podría ser un gran día y de que no todo tiene que salir mal. Sois vosotros los que amenizais mis días y mantenéis mi moral arriba cuando las cosas se ponen difíciles. Sin vosotros la mayoría de mis risas no serían mas que simples y aburridos silencios.
Si escribo esto es porque sois quienes sois: mis chicos capaces de hacer salir un rayo de sol entre las nubes de tormenta.
Y sí, diréis que me estoy poniendo moñas y me lo echareis en cara diciendo: “Mira lo que ha escrito la que no soporta las moñerías”. Pero todas y cada una de las cosas que hoy aquí cito, las dejo salidas directamente desde el corazón y mi alma.
No olvidéis jamás que hicisteis sentir grande a la que hoy aquí se ha puesto a escribir, y eso solo puede significar que sois enormes.
No lo olvidéis nunca Malas Influencias porque el día que los caminos se separen seguiréis hallando en mí a alguien que haría lo que fuera por crecer a vuestro lado.
