puede que a veces me cueste caminar porque tú haces que toda ruta me parezca prohibida,
eres lo más cercano a un sueño que he podido tocar,
nos despedimos y también me da miedo despertar,
me quitas la ropa y también una sonrisa,
elegir una parcela entre todos los cuadros de tu camisa.
Mis ojos son el espejo de tu alma, este mes ya voy con calma a pagar la hipoteca de tu cama,
mis dedos atropellan a los miedos mientras hago skate con ellos sobre las curvas de tu espalda,
después de tanto tiempo sintiéndome tan vacío va a resultar que eras tú lo que me hacía falta,
somos humo para el otro y aún no entiendo porqué, quiero empezar a hacerlo todo,
pero antes un café.
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