miércoles, 16 de diciembre de 2015

Diario de un Incomprendido - Día 5

Ya he vuelto, querido Diario. ¿Me echabas de menos, cierto? Sé que en realidad no, pero al menos me gusta pensar que al menos un simple libreto como tú me tiene en estima.

Cada día, cada momento y cada hora que pasa me doy más cuenta de que no soy estimado, querido ni aprobado. En este mundo, egoísta y cruel, solo triunfan los egoístas, los que por su ego, o por su estética, tienen éxito. No siempre ha ocurrido eso en sí (por ejemplo, los grandes científicos de la historia en su mayoría fueron gente humilde). También es de reconocer que muchos, tras alcanzar el éxito, alcanzan también un grado descomunal de soberbia, que les impide ser como eran.

Pues yo, querido Diario, me siento así. A mí nadie me quiere, ni siente un verdadero afecto por mí. Todo el que me rodea solo busca el mero aprovechamiento y beneficio de lo que hago, y cada vez me doy más cuenta. Nadie en sí me presenta cierto afecto.

Es cierto que mis amigos, por ejemplo, muestran un ligero grado de afección, pero yo en realidad sé (y con este comentario voy a dar a ver que parezco paranoico) que en su interior reflejan un sentimiento de odio descomunal hacia mí, y siempre ha existido, ya sea porque a veces presento cierto grado de soberbia, por mi conducta,... No lo sé. Tampoco puedo indagar en el intelecto y en la mente de una persona.

Y esto es todo, querido Diario. Me estoy dando cuenta de que hasta la persona en que más confías puede jugártela, y siempre será así. El mundo está plagado de "Judas" que te traicionan en la primera de cambio, y esto es una realidad.....


1 comentario: